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La scala claustralium de guigo II el cartujo. Experiencia y método de la Lectio Divina Antonio Ma. Martín Fernández-Gallardo

Por: Idioma: Español Series Colección Espiritualidad Monástica ; No.31Editor: Zamora Monte Casino 1994Descripción: 211 páginas 21 cm Tipo de medio:
Tipo de soporte:
ISBN:
  • 8486407222
Tema(s): Clasificación CDD:
  • 22 248.2 M177s
Contenidos parciales:
Carta sobre la vida contemplativa.-- Parte I: La Experiencia Espiritual (Contemplatio).-- Psicología Mística.-- Los Sentidos de la Experiencia.-- El Conocimiento Sabroso: La Sabiduría.-- Capítulo II: Efectos de la Contemplación.-- la espiritualización del Hombre.-- Naturaleza de la espiritualización.-- Signos Exteriores.-- Cuando cesa la Experiencia.-- Parte II: El Método.-- Los Grados.-- Buscad Leyendo.-- Buscar.-- Escrutar.-- Escuchar.-- Objeto de la lectio.-- Encontrareis Meditando.-- Llamad Orando.-- Capítulo II: Exercitium.-- La Clasificación de Hugo de San Victor.-- Un Anónimo Cisterciense.-- La escala de las Facultades.-- La Escala de la Perfección.-- Sentido de la Lectio Divina
Resumen: Entre los grandes maestros espirituales merece mencionarse a Guigo II, autor de un breve tratado que recoge y sistematiza con notable claridad y sentido didáctico la oración tradicional de los claustros occidentales. En 1174, Guigo el Angélico o Guigo II fue elegido prior del monasterio de la Gran Cartuja ubicado entre ariscas montañas en las cercanías de Grenoble, en Francia. Los cartujos constituyen una orden de austeridad ejemplar, cuyos miembros desarrollan una vida aislada y silenciosa propia de eremitas, pero en el marco de un monasterio. La idea es vivir una vida solitaria, pero en una estructura que favorezca la plena dedicación de los monjes en la realización de su anhelo de soledad y silencio, en la convicción de que ellos son medios adecuados para aguzar la visión de eternidad y favorecer una vida de oración profunda, ordenada a la contemplación. San Bruno Su fundador fue San Bruno (1032-1101), quien inició una praxis de vida luego transformada en escuela, y un tanto codificada por el quinto de sus sucesores, Guigo I (1083-1137), alrededor del primer tercio del siglo XII, en torno a un oratorio dedicado a Nuestra Señora de las Cabañas. La devoción a Santa María fue y sigue siendo uno de los elementos principales de su austera espiritualidad. En el ámbito monacal de los discípulos de San Bruno, Guigo II, de quien se conoce poco, se convirtió en el noveno prior del centro de aquella orden de la que el Papa Inocencio XI, dijo a fines del siglo XVII: "La Cartuja nunca ha sido reformada, pues nunca ha estado deformada". La escalera De los trabajos del misterioso Guigo sólo han llegado hasta nosotros la Scala claustralium (1) o Scala paradisi y unas Meditaciones (2). Existe también un trabajo, menos valioso, que le viene siendo atribuido y que contiene una meditación sobre el Magnificat. La Escalera de los monjes o Carta sobre la vida contemplativa fue redactada hacia 1150, en forma de carta, de estilo monástico, a un monje de nombre Gervasio. El contexto del escrito es la vida monástica y se orienta en una definida opción hacia la vida contemplativa. La obra de quince cortos capítulos no sólo impactó entre los monjes, sino que, en lengua vernácula, se difundió también entre los laicos. No pocos resaltan su influencia en los inspiradores de la Devotio Moderna, a través del cartujo Enrique Eger de Kalkar (m. 1408)(3) y Gerardo de Groote (1340-1384). Habrían sido los famosos "Hermanos de la Vida Común", mismo corazón de la Devotio, quienes en el siglo XV difundieron una versión breve de la obra de Guigo atribuida a San Bernardo, bajo el título de Los cuatro pasos.
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Carta sobre la vida contemplativa.-- Parte I: La Experiencia Espiritual (Contemplatio).-- Psicología Mística.-- Los Sentidos de la Experiencia.-- El Conocimiento Sabroso: La Sabiduría.-- Capítulo II: Efectos de la Contemplación.-- la espiritualización del Hombre.-- Naturaleza de la espiritualización.-- Signos Exteriores.-- Cuando cesa la Experiencia.-- Parte II: El Método.-- Los Grados.-- Buscad Leyendo.-- Buscar.-- Escrutar.-- Escuchar.-- Objeto de la lectio.-- Encontrareis Meditando.-- Llamad Orando.-- Capítulo II: Exercitium.-- La Clasificación de Hugo de San Victor.-- Un Anónimo Cisterciense.-- La escala de las Facultades.-- La Escala de la Perfección.-- Sentido de la Lectio Divina

Entre los grandes maestros espirituales merece mencionarse a Guigo II, autor de un breve tratado que recoge y sistematiza con notable claridad y sentido didáctico la oración tradicional de los claustros occidentales.

En 1174, Guigo el Angélico o Guigo II fue elegido prior del monasterio de la Gran Cartuja ubicado entre ariscas montañas en las cercanías de Grenoble, en Francia. Los cartujos constituyen una orden de austeridad ejemplar, cuyos miembros desarrollan una vida aislada y silenciosa propia de eremitas, pero en el marco de un monasterio. La idea es vivir una vida solitaria, pero en una estructura que favorezca la plena dedicación de los monjes en la realización de su anhelo de soledad y silencio, en la convicción de que ellos son medios adecuados para aguzar la visión de eternidad y favorecer una vida de oración profunda, ordenada a la contemplación.

San Bruno
Su fundador fue San Bruno (1032-1101), quien inició una praxis de vida luego transformada en escuela, y un tanto codificada por el quinto de sus sucesores, Guigo I (1083-1137), alrededor del primer tercio del siglo XII, en torno a un oratorio dedicado a Nuestra Señora de las Cabañas. La devoción a Santa María fue y sigue siendo uno de los elementos principales de su austera espiritualidad.

En el ámbito monacal de los discípulos de San Bruno, Guigo II, de quien se conoce poco, se convirtió en el noveno prior del centro de aquella orden de la que el Papa Inocencio XI, dijo a fines del siglo XVII: "La Cartuja nunca ha sido reformada, pues nunca ha estado deformada".

La escalera
De los trabajos del misterioso Guigo sólo han llegado hasta nosotros la Scala claustralium (1) o Scala paradisi y unas Meditaciones (2). Existe también un trabajo, menos valioso, que le viene siendo atribuido y que contiene una meditación sobre el Magnificat.

La Escalera de los monjes o Carta sobre la vida contemplativa fue redactada hacia 1150, en forma de carta, de estilo monástico, a un monje de nombre Gervasio. El contexto del escrito es la vida monástica y se orienta en una definida opción hacia la vida contemplativa. La obra de quince cortos capítulos no sólo impactó entre los monjes, sino que, en lengua vernácula, se difundió también entre los laicos. No pocos resaltan su influencia en los inspiradores de la Devotio Moderna, a través del cartujo Enrique Eger de Kalkar (m. 1408)(3) y Gerardo de Groote (1340-1384). Habrían sido los famosos "Hermanos de la Vida Común", mismo corazón de la Devotio, quienes en el siglo XV difundieron una versión breve de la obra de Guigo atribuida a San Bernardo, bajo el título de Los cuatro pasos.

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