Es un día común y corriente para Julia cuando, de repente y sin ningún motivo aparente, su mamá parece muy molesta con ella y la manda a jugar fuera con su amigo Enrique. Él le asegura que el enfado de su mamá no tiene nada que ver con ella: ¡es culpa de la señora García!... Pero, ¿quién es la señora García? , pregunta Julia. Enrique tiene la respuesta, pero no se lo dará sin antes contarle sobrel señor y la señora Rodriguez, la Oviedo y su gata, Rosa; Tomás... en fin, sin sumergirla en el mar de casualidades de su ciudad.