Fue durante el año 1608 cuando el obispo de Ginebra, François de Sales , de 41 años y sacerdote durante 15 años, escribió su obra más conocida, la Introducción a la vida devota . Al principio, François de Sales escribió numerosos consejos a la esposa de una prima [ 1 ] , Madame Louise du Chastel (o du Duchâtel o incluso du Châtel), a quien evoca como su “Filotée”, la que ama a Dios [ 2 ] , que quería aprender a ser devoto y experimentar una vida de oración . Por eso Francisco de Sales le escribió brindándole consejos espirituales.

Sin embargo, hizo leer las cartas de François de Sales a su alrededor, hasta que un jesuita, el abad Jean Fourier, ex rector de la Universidad de Pont- à-Mousson que se convirtió en rector del colegio de Chambéry (y primo del célebre Pierre Fourier ) , le pidió que los publicara. Francisco de Sales aceptó entonces retomar las cartas y publicarlas, después de algunas modificaciones, bajo el título Introducción a la vida devota . El lenguaje y estilo utilizado fueron muy sencillos para la época, sin citas latinas ni griegas, permitiendo una lectura mucho más amplia que los tratados espirituales que existían entonces. La obra está dirigida a laicos que no tienen intención de entrar en la vida religiosa, y su objetivo principal es mostrar que es posible llevar una vida santa mientras se vive en el mundo. A menudo se toman como ejemplo las vidas de los santos, especialmente los que han vivido en el mundo.

Se divide en cinco partes: la primera enseña cómo pasar del deseo de la vida devota a la resolución de abrazar esta vida; la segunda parte busca aprender la perfección a través de la “oración”, es decir la oración estructurada, conducida y razonada, y los sacramentos; la tercera parte está dedicada a la práctica de las virtudes ; la cuarta parte indica la actitud a tener ante las tentaciones; y el último considera la manera de renovar el fervor del devoto.