Aprender a amarse y ser ella misma es el gran desafío del personaje Loreley, cuyo apodo es Lóri. Para el lector, el mayor placer es conocer poco a poco a Clarice Lispector, a través de la trayectoria de este personaje. Ambientada en Río de Janeiro, Un aprendizaje o El libro de los placeres cuenta la historia de amor de Lóri y Ulisses. Lóri es una niña rica de Campos, la principal ciudad del norte de Río de Janeiro, que eligió vivir en Río, donde trabaja como maestra de primaria y puede disfrutar de una libertad imposible en su ciudad natal. Ulisses es profesor de Filosofía, quien encuentra a Lóri en la calle y poco a poco la lleva a aprender sobre el placer. Loreley es un personaje de una leyenda del folclore alemán, que seduce y hechiza a los pescadores. Ulises es el héroe de la epopeya griega, que supera los obstáculos utilizando la inteligencia. Los dos personajes de Clarice aportan las características de sus modelos originales e involucran al lector en una trama que se vuelve aún más fascinante porque es una aventura en el mundo del lenguaje, sin principio ni fin. La narración comienza con una coma, como si fuera la continuación de algo ya iniciado, y termina con dos puntos, indicando que la historia continúa, aunque no aparezca en el libro. Como en todas las obras de Clarice Lispector, Un aprendizaje o El libro de los placeres es un punto de vista femenino sobre la vida. Lóri, de hecho, es el personaje central, mientras que Ulisses ocupa un papel secundario, una mera referencia de los pensamientos y actitudes de Lóri. El libro cuenta, sobre todo, el viaje emprendido por Lóri en busca de sí misma y de un placer libre de culpa. Un viaje en el que Ulises actúa como faro, indicando dónde están los peligros y el camino correcto para aprender sobre el amor y la vida.