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Dieron culto a Jesús los primeros cristianos?. Los testimonios del Nuevo Testamento James D.G. Dunn

Por: Colaborador(es): Idioma: Español Lenguaje original: Alemán Series Colección Agora ; No.32Editor: Navarra España Verbo Divino 2011Descripción: 230 páginas 24 cmTipo de contenido:
Tipo de medio:
Tipo de soporte:
ISBN:
  • 9788499452340
Tema(s): Clasificación CDD:
  • 22 225.9 C182 No.32
Contenidos:
Introducción.-- La pregunta.-- El vocabulario del culto.-- Dar culto.-- Términos similares.-- Términos afines.-- Doxologías.-- El vocabulario de la bendición.-- La práctica del culto.-- La oración.-- Los himnos.-- Lo sagrado: espacio, tiempo, banquetes y personas.-- El sacrificio.-- El monoteísmo, los mediadores celestiales y los agentes divinos.-- El Señor, nuestro Dios, es un solo Señor.-- Los ángeles.-- El Espíritu, la Sabiduría y la Palabra.-- Seres Humanos exaltados.-- El Señor Jesucristo.-- Era Jesús monoteísta?.-- Jesús es Señor.-- Palabra, Sabiduría y Espíritu.-- El testimonio del Apocalipsis de Juan.-- Jesús como dios o Dios.-- El último Adán, el mediador, el intercesor celestial.-- Es útil reformular las cuestiones recurriendo a la categoría de la "identidad divina".-- Conclusión.-- la respuesta
Resumen: Un estudio novedoso sobre una cuestión de importancia capital para la fe cristiana: ¿dieron culto a Jesús los primeros cristianos? Para responder a esta pregunta, Dunn analiza exhaustivamente todos los términos o frases relacionados con el culto. Se trata, por tanto, de un estudio lexicográfico minucioso mediante el que se va desplegando la pluralidad semántica de los términos y conceptos implicados. Su conclusión es negativa: no, los primeros cristianos no dieron culto a Jesús, sino a Dios mediante Jesús en el Espíritu Santo. Convencidos como estaban de que en Jesús se había abierto una puerta definitiva y nueva en la relación recíproca entre el Dios y los seres humanos, los títulos divinos que se atribuyen a Jesús tienen una función paradójica: al tiempo que revelan su identidad, impiden a los cristianos disponer a su antojo del misterio insondable y abismal del Dios en él revelado. Jesús no abre totalmente el misterio, pero tampoco lo encierra, más bien, lo entre-abre. Es el centinela del ser de Dios y del ser del ser humano.Este estudio puede contribuir, sin lugar a dudas, a replantearse la cuestión trinitaria de un modo que estimule, recíprocamente, el diálogo del monoteísmo cristiano en el contexto de las otras religiones monoteístas.
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Incluye bibliografía (p.189-197), índice de libros de la Biblia y de fuentes antiguas (p.199-219) e índice general

Introducción.-- La pregunta.-- El vocabulario del culto.-- Dar culto.-- Términos similares.-- Términos afines.-- Doxologías.-- El vocabulario de la bendición.-- La práctica del culto.-- La oración.-- Los himnos.-- Lo sagrado: espacio, tiempo, banquetes y personas.-- El sacrificio.-- El monoteísmo, los mediadores celestiales y los agentes divinos.-- El Señor, nuestro Dios, es un solo Señor.-- Los ángeles.-- El Espíritu, la Sabiduría y la Palabra.-- Seres Humanos exaltados.-- El Señor Jesucristo.-- Era Jesús monoteísta?.-- Jesús es Señor.-- Palabra, Sabiduría y Espíritu.-- El testimonio del Apocalipsis de Juan.-- Jesús como dios o Dios.-- El último Adán, el mediador, el intercesor celestial.-- Es útil reformular las cuestiones recurriendo a la categoría de la "identidad divina".-- Conclusión.-- la respuesta

Un estudio novedoso sobre una cuestión de importancia capital para la fe cristiana: ¿dieron culto a Jesús los primeros cristianos? Para responder a esta pregunta, Dunn analiza exhaustivamente todos los términos o frases relacionados con el culto. Se trata, por tanto, de un estudio lexicográfico minucioso mediante el que se va desplegando la pluralidad semántica de los términos y conceptos implicados.

Su conclusión es negativa: no, los primeros cristianos no dieron culto a Jesús, sino a Dios mediante Jesús en el Espíritu Santo. Convencidos como estaban de que en Jesús se había abierto una puerta definitiva y nueva en la relación recíproca entre el Dios y los seres humanos, los títulos divinos que se atribuyen a Jesús tienen una función paradójica: al tiempo que revelan su identidad, impiden a los cristianos disponer a su antojo del misterio insondable y abismal del Dios en él revelado. Jesús no abre totalmente el misterio, pero tampoco lo encierra, más bien, lo entre-abre. Es el centinela del ser de Dios y del ser del ser humano.Este estudio puede contribuir, sin lugar a dudas, a replantearse la cuestión trinitaria de un modo que estimule, recíprocamente, el diálogo del monoteísmo cristiano en el contexto de las otras religiones monoteístas.

Título Original: Did the First Christians Worship jesus? The New Testament Evidence

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